jueves, 27 de noviembre de 2014

Fugaz.

Y, sin más, la sonrisa se desvaneció, llevándose consigo la alegría y la pasión que hasta entonces poseía. Evitó el llanto. Evitó la furia. Pues sabía que su residencia culminaría en mala decisiones. Se levantó, y comenzó a caminar...



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