jueves, 2 de junio de 2016

Paréntesis.

¿Les ha pasado que la vida pierde sentido al toparse con un par de labios? Y es entonces cuando los oídos fallan pero los ojos quedan perplejos e idiotizados. No sabes que hacer porque has dejado de poner atención a las palabras que callan en el camino y lo único que puedes percibir es ese movimiento leve, seductor, electrizante, que no hace más que acelerar tu corazón hasta el colapso. La voz que surge de ellos se pierde, al mismo tiempo que retumba en tu piel hasta erizarla con su dulzura. 
     ¿No?
     ¿Jamás han sentido el terror de verse atrapados en la fortaleza de la ternura? Cuando el deseo es más fuerte que la voluntad pero más débil que la valentía. Cuando miras; miras y no paras de mirar, porque es lo único que parece funcionar. Ya no existe una respiración normal, tampoco el sabor amargo de la vida. No hay suavidad en el tacto ni percepción de los silencios. Sólo vive la visión perfecta de los sueños en sus montes carnales. Labios en forma de M que parecen pronunciar mi nombre eternamente. 
     ¿No? 
     ¿Nunca sufrieron de utopías? Sueños inalcanzables y sin embargo tan cercanos. Sentir como las fantasías te tocan sólo para romperse a centímetros de distancia. Sentir el contacto magnético de una separación. En absoluto, si tuviera que elegir al verdugo perfecto, sería el tenue roce de sus labios. O la crudeza de saberlos lejanos, da igual. Y es que no sólo son carne y lujuria, sino toda la verdad que esconden tras de ellos (Paréntesis, escape floral color rojo oscuro algunas veces, rosa tentación muchas otras). 
     ¿No?
     ¿La vida jamás les regaló semejante tortura? Qué desafortunados. Morir en las flamas de una boca resulta ser la mejor manera de renacer. Ya lo dijo el ave fénix. La verdadera misión está en alcanzar el fuego. Incendios, combustión, fogatas que aniquilan. Ardor sabroso que fragmenta el alma, que alimenta, que cura. 
     ¿No?
     ¿Dónde están los dioses y los cielos ahora? Parecen haberse extinguido en la extrañeza de un mundo de mayor poder, en donde los hombres se han dado cuenta que la única divinidad existente yace en la humedad labial, en el calor humano, en la mano del demonio. 

     Lo cierto es, que a veces el mejor contenido no lo encuentras en toda una historia, sino encerrado entre paréntesis. 
     


4 comentarios:

  1. No tienes idea de lo mucho que me ha encantado este texto, de lo mucho que me gusta como escribes. Te felicito, de verdad. Compartíre el texto. Un gran saludo.

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    1. ¡Yeah!
      Me agrada leer eso John. Muchas gracias :D
      Te mando un abrazo :3

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  2. Mándale mis más sinceras gracias a los labios que te cargan así de inspirado porque provocaron un texto hermoso!

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